Descripción de la trayectoria y logros del Programa
En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la Resolución 64/292, “reconoce que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.
Históricamente las zonas rurales de nuestro país y en especial las más apartadas, han sido víctimas del olvido y la poca o mínima inversión por parte del estado, razones que han contribuido a la pobreza y el conflicto social en que se encuentran sumidas.
Desde hace décadas y basados en distintos estudios interdisciplinarios se ha evidenciado una fuerte relación entre la calidad del agua de consumo y el desarrollo de los pueblos, debido a la enorme influencia que tiene sobre la salud de la población. Es claro que las deficiencias en la calidad del agua de consumo humano estén asociadas directamente a las enfermedades gastrointestinales, las que constituyen una de las primeras causas de morbilidad y mortalidad en los países en vías de desarrollo. A pesar del interés y la preocupación que el vínculo agua-salud ha despertado en las autoridades, es innegable que el conocimiento de esa relación es escaso e inadecuado en la población especialmente las más apartadas a los cascos urbanos.
Para el año 2010 según datos del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Viceministerio de Agua y Saneamiento, la cobertura del servicio de acueducto en el área rural del departamento de Cundinamarca solo llega 58,7%, y de este porcentaje casi la totalidad de los acueductos eran informales, lo que quiere decir, que el suministro se presta con agua no tratada; así mismo, según cifras del Instituto Nacional de Salud en su informe: “Proceso Vigilancia Y Control 2012” los casos por Enfermedades diarreico agudas (Morbilidad) en el departamento de Cundinamarca ascendieron a 77.009, es decir el 3,02% de la población total ( 2.557.623 habitantes).
Entre los factores que han contribuido a generar tan alarmante escenario podemos mencionar:
• Falta de organización comunitaria.
• Ausencia de gobernabilidad y aporte estatal.
• Recursos económicos limitados.
• Procesos de corrupción.
• Ausencia de liderazgo y personal capacitado.
• Falta de cultura del agua, desconocimiento de la importancia de tomar agua tratada y el uso eficiente como en el cuidado de fuentes hídricas.
• Desconocimiento de la normatividad ambiental.
• Falta de plantas de tratamiento de agua potable en sectores rurales.
• Aumento en enfermedades vehiculizadas por el agua.
Empresas Públicas de Cundinamarca S.A. E.S.P., en el marco de la responsabilidad social empresarial y consiente de las necesidades del campo Cundinamarqués y en especial con el ánimo de llevar servicios públicos vitales a la población más vulnerable, desarrolló un programa para los niños, niñas y adolescentes campesinos y sus familias, el cual destaca el agua como el centro del desarrollo sostenible y busca ecosistemas saludables, equilibrados con el habitad humano, dicho programa es denominado Agua Vida y Saber.
Agua Vida y Saber consiste en suministrar agua potable mediante la instalación de plantas de tratamiento de agua potable tipo compacto, en las sedes educativas rurales de las zonas más alejadas del departamento de Cundinamarca, donde no existen acueductos formales, el cual está acompañada de un programa lúdico que integra capacitaciones en cultura del agua, con temas de preservación de las fuentes hídricas, salubridad, vivencia en comunidad, entre otros. Este programa inicio a partir del año 2014, con la puesta en funcionamiento de la Fase I, en la cual se desarrolló el programa en sedes educativas rurales de 45 Municipios del Departamento.
El proyecto resulta vital a la hora de garantizar el consumo de agua potable a niños, niñas y adolescentes campesinos y sus familias, en las zonas de influencia donde está la sede educativa rural, reduciendo así las enfermedades, mejorando la salud, lo cual trae consigo fomentar el bienestar y la productividad, contribuyendo a los impactos del cambio climático, e involucrando de manera constante a la comunidad.
Aprovechando la capacidad instalada de escuelas y colegios, que están presentes en la mayoría de las zonas rurales dispersas por el departamento, quisimos vincularlos como aliados estratégicos, y ubicar en sus predios las plantas de tratamiento de agua, pero además aprovechar sus aulas para brindar las capacitaciones en los temas de cultura del agua, tanto a los niños, niñas y adolescentes, como a sus familias y al grupo de personal educativo presente.
El resultado más exitoso y claramente percibirle, es el mejoramiento en los hábitos alimenticios y de consumo de agua potable en las escuelas, toda vez que la comunidad educativa eliminó el consumo de agua no tratada.
Así mismo, el nivel de enfermedades vehiculizadas por consumo de agua no tratada, ha disminuido notablemente en las poblaciones focalizadas, con la reducción de casos de morbilidad, de igual manera se puede evidenciar la frecuencia de asistencia de los niños y niñas a las aulas escolares.
Los efectos positivos de nuestro programa van más allá de las cifras; los hechos y los testimonios de la comunidad nos avalan, evitamos que los estudiantes deban comprar líquidos artificiales como gaseosas o jugos que afectan su economía y su salud, o peor aún que tomen por necesidad agua de la llave con las consecuencias adversas conocidas.
Resumen del trabajo realizado
La Constitución Política de 1991 y la Ley 142 de 1994, estableció que la responsabilidad de la prestación de los servicios públicos es de los municipios, para el Departamento de Cundinamarca, corresponde entonces los principios de subsidiariedad, concurrencia, coordinación y velar por el bienestar de la ciudadanía.
Basándose estas premisas el departamento de Cundinamarca ha decidido llegar a las zonas escolares más alejadas con una solución para garantizar el acceso a agua potable y la cultura del agua, por medio del programa Agua, Vida y Saber.
El Programa Agua, Vida y Saber surge en el marco de La Política nacional de agua y saneamiento, PAP-PDA, (Programa Agua para la Prosperidad – Plan Departamental de Agua) la cual es ejecutada en cada uno de los 32 departamentos del país, en la mayoría de los casos en cabeza de alguna secretaria de cada departamento. Para el caso de Cundinamarca la política del PAP-PDA es liderada por la Gobernación a través de Empresas Públicas de Cundinamarca S.A E.S.P.
El programa se enmarca en la política pública de agua potable y saneamiento básico para el departamento de Cundinamarca; en la línea de capacitación del Plan de Gestión Social.
- Diagnóstico Integral (socioeconómico y técnico),
- Capacitación en temas entorno a la cultura del agua con niños, niñas, adolescentes y sus familias
- Instalación de plantas de tratamiento de agua potable tipo compacto.
- Capacitación en operación del sistema instalado.
- Desarrollo de Pactos Territoriales por El Agua.
El grupo de promotores del Agua recibe una serie de materiales de apoyo dentro de los cuales se encuentran: cartillas pedagógicas, kit de medición de los parámetros del agua, para llevar a cabo las unidades del programa, adicional a esto, un componente fundamental para el impacto positivo en las sedes educativas rurales seleccionadas es la instalación de un sistema de tratamiento y almacenamiento de agua.
En términos de costos financieros, la inversión por sede educativa para desarrollar tanto el componente técnico como social es cercano a los veinticuatro millones de pesos. ($ 24.000.000,oo). Su apalancamiento se ha realizado a través del Programa de Agua para la Prosperidad, Plan Departamental de Agua de Cundinamarca, con recursos propios del Departamento.
Ahora bien, en términos de recursos humanos, el proyecto ha requerido una amplia gama de profesionales para su ejecución, esto debido a su enfoque multidisciplinario que incluye áreas de conocimiento como lo son ciencias naturales, ciencias sociales, pedagogía, ingeniería química, ingeniería civil, y demás conocimientos asociados.
Es importante resaltar, que la comunidad también ha sido tenida en cuenta en el desarrollo e implementación del programa, toda vez que la mano de obra operativa, ha sido contratada en su gran mayoría por gente del sector.
Hasta el presente, la inversión total en el desarrollo de sus fases I, II y II, asciende a los seis mil millones de pesos.
Definición de la contribución del candidato a los objetivos del Premio.
En el desarrollo de esta iniciativa se impactan de manera positiva las comunidades estudiantiles rurales más alejadas del Departamento de Cundinamarca, contribuyendo entre otras, con el desarrollo de las siguientes actividades de Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS).
Contextos transformadores de aprendizaje y capacitación.
El proyecto como ya lo hemos explicado, lo componen dos aspectos, uno técnico, que es la instalación propiamente dicha de una planta de tratamiento de agua potable y uno social, que genera lazos entre la población educativa, y las comunidades aledañas. La operación del sistema de tratamiento y el conocimiento de los temas de la cultura del agua, involucra tanto a los alumnos como a su comunidad, de forma tal que el proyecto trasciende de los muros de las escuelas y se integra en la cotidianidad de las poblaciones.
Para asegurar el adecuado funcionamiento y apropiación del programa y sobre todo del sistema de tratamiento y almacenamiento, se hace un acompañamiento social y técnico a las escuelas beneficiarias, con el propósito de incentivar los mecanismos que permitan la sostenibilidad del programa.
Es por lo expuesto, es que consideramos que nuestro Programa, se enmarca de manera directa dentro de un Contexto transformador de aprendizaje y capacitación, ya que con el diagnóstico previo de selección de la comunidad a beneficiar y que cumple con ciertos criterios de selección, la formación previa en la operación de la planta, la sensibilización frete al cambio de hábitos y los beneficios que traerá consigo a la población, permiten difundir y trascender el conocimiento a todos los actores allí involucrados.
Fomento de soluciones sostenibles en comunidades locales.
Aun cuando en las zonas rurales de nuestro Departamento de Cundinamarca contamos con suficientes recursos hídricos para suministrar agua de calidad, por razones políticas, técnicas, sociales, geográficas, entre otras, en la mayoría de territorios rurales dispersos, el preciado líquido no cumple con criterios de potabilidad ni de continuidad, además que los habitantes de estas zonas Veredales, no cuentan con la cultura para cuidar el agua, por lo tanto nuestro programa es una herramienta mediante la cual se logra el suministro de agua libre de impurezas a las comunidades educativas ubicadas en las zonas rurales de nuestro departamento, es justamente una alternativa de solución.
El programa se puede resumir como innovador, porque cumple grandes objetivos a muy bajos costos, ya que llegar a una vereda alejada con un acueducto puede tener un costo cercano a los dos mil millones de pesos; nosotros suplimos necesidades básicas insatisfechas con un costo bajo aproximado de máximo 24 millones de pesos, con un valor agregado incalculable: la educación y la cultura del agua.
La sostenibilidad de nuestro programa se basa en la robustez política que ha demostrado, no obstante con el último cambio de gobierno departamental, se ha logrado mantener y fortalecer, incluso a la fecha se está desarrollando la Fase IV del programa, que busca llegar a la totalidad de los 116 municipios del departamento de Cundinamarca. Pero no es por accidente que el programa sobreviva en el tiempo, esto se debe a un trabajo serio y constante de los funcionarios de nuestra empresa, quienes proyectaron un programa técnica y socialmente bien estructurado, acompañado de un seguimiento, retroalimentación y mejora constante.
En la actualidad hemos instalado en las escuelas rurales dispersos, un total de 106 plantas de tratamiento de agua potable tipo compacto y estamos en el proceso de construcción de 68; además estamos en el proceso de licitación pública de la fase V la cual está proyectada para beneficiar a 64 sedes educativas rurales más. La población beneficiada está enmarcada por habitantes de 140 veredas ubicadas en las zonas rurales alejadas del departamento, con una población cercana a los 20.894 beneficiarios. Hasta la fecha hemos atendido en la Fase I, 4.830, en la Fase II 12.081 y 3.983 en la fase III del programa.
-Dos recomendaciones de personas y/o entidades de reconocida experiencia en el ámbito del Premio que avalen o certifiquen la trayectoria del candidato y el impacto del proyecto presentado.
Empoderamiento y movilización de los jóvenes
Precisamente el programa se enfoca en cambiar la mentalidad de las nuevas generaciones, trabajamos en fomentar en las comunidades educativas, la valoración de sus recursos naturales y la protección de las fuentes hídricas. Estamos convencidos que el capital más valioso es la cultura del Agua, razón por la cual desde el componente social, desarrollamos una catedra magistral que conjuga socialización con la comunidad y su entorno, y las buenas practicas del manejo ambiental y del cuidado de las zonas rurales circundantes a la escuela rural.
Los cambios climáticos están a la orden del día, la difusión mediática por los ataques al medio ambiente y la falta de cuidado por la naturaleza, hacen que nuestro programa sea líder y de fácil replica no solo a nuestro nivel departamental sino mundial, ya que logra involucrar a toda la comunidad, busca un cambio constante en la cultura y en el manejo de nuestros recursos hídricos y ambientales y permite que los niños, niñas y jóvenes se conviertan en difusores y Defensores del agua.